Entre 7 y 11 militares fueron llamados a responder en juicio disciplinario por la Procuraduría General de la Nación, en desarrollo de la investigación que se lleva por el atentado terrorista con un carro-bomba en las instalaciones de la Brigada 30 del Ejército en Cúcuta, el pasado 15 de junio.

Entre los encartados por el ente disciplinario se encuentran oficiales de alta graduación, aunque aún no se han revelado sus identidades.

Sin embargo, logró trascender que entre los citados se encuentran dos coroneles, un teniente coronel, un mayor, dos sargentos y un cabo segundo. Aunque la lista puede aumentar.

La falla disciplinaria por la que serán enjuiciados los uniformados tiene que ver con la laxitud de las medidas de control en la entrada de vehículos a la unidad militar, lo que facilitó el ingreso del automóvil cargado de explosivos y su posterior estallido.

De ser hallados responsables podrían ser destituidos de las filas castrense, sin perjuicio de las acciones penales a que haya lugar.

El saldo de la pavorosa explosión fue de 36 heridos, tres de ellos de gravedad. 

La carga detonó aproximadamente a las 3 de la tarde, y fue instalada en una camioneta Toyota Fortuner de placas JGX 180, que estacionaron en medio de otros carros en la base militar. 

En imágenes de video quedó grabada la llegada de la camioneta, su ingreso, la precariedad de los controles, el parqueo y luego la detonación.

La investigación que siguió a los hechos dio cuenta de que fueron 30 kilos de pentrita los que hicieron detonar.

En las instalaciones militares se encontraban a la hora del atentado 11 asesores del Comando Sur de Estados Unidos. Dos de estos resultaron heridos por la carga explosiva.

En su momento las autoridades atribuyeron la responsabilidad del atentado a la guerrilla guevarista del Ejército de Liberación Nacional, Eln.

EFE